Mientras banqueros, promotores, multinacionales del automóvil, jugueteras, empresas de producción agrícola, textiles, y un largo etcétera buscan salvar sus números en el extranjero algunos y aprovechar nuevas oportunidades para su particular pelotazo otros, ¿qué pasa con los que nos quedamos aquí?, ¿qué pasa con los que explotamos un negoció en franquicia para un mercado concreto y sin posibilidad de aventurarse por otros lares?. Pues bien, como para todos los españoles, el panorama no pinta bonito.
Muy pocas cadenas nos hablan de soluciones para el mercado interno y son pocas las que se amarran el cinturón, lo más común es trasladar todo el esfuerzo promocional a los franquiciados.
Es curioso que en estos momentos grandes empresas busquen franquiciados, es curioso que sea en tiempos de crisis, cuando más complicado resulta sacar un negocio adelante, cuando surjan nuevas oportunidades para franquiciarse, lo cierto es que nadie quiere asumir riesgos y para eso la franquicia es la formula preferida por los grandes. La solución para algunas franquiciadoras es desprenderse de sus tiendas propias o incluso franquiciar a sus propios empleados, matando así dos pájaros de un tiro.!Ojo!, porque no es oro todo lo que reluce.
No pretendemos desde estas líneas insinuar que no sea un buen momento para franquiciarse, pero si encender las alarmas, insistiendo en que se analicen bien los proyectos, se estudien bien los mercados y se negocien buenos contratos de franquicia, buscando el largo plazo, asegurando su renovación, e incluyendo clausulas de recompra y de finalización de los mismos justas para ambas partes.
FUENTE: Jose Augusto Sanchez
Presidente AEDEF