• Las firmas deben probar su éxito en base a la ‘regla del 3+2’
• Este modelo suele tener una mayor flexibilidad en la negoción
Este último año y medio de pandemia ha sido todo un reto para los emprendedores. Ahora, la situación comienza a mejorar y devolver a muchas firmas unos resultados que se comienzan a parecer a los de 2019, con una economía que trabajaba a una mayor velocidad y avanzaba sin parar, hasta que la pandemia lo rompió todo. Las franquicias, al igual que todos los negocios, han sufrido mucho los cierres provocados por la situación sanitaria, teniendo que cerrar algunas de ellas.
Con este nuevo comienzo que nos ha proporcionado la recuperación de la situación sanitaria y este nuevo inicio a nivel económico, los emprendedores vuelven a buscar oportunidades de inversión y las franquicias suelen ser un valor seguro de éxito emprendedor.
Cuando hablamos de este éxito emprendedor, siempre pensamos en grandes franquicias: McDonald’s, Alcampo, Midas, etc. Pero, realmente, las ideas más disruptivas las encontramos en nuevas firmas franquiciadoras con un recorrido suficientemente consolidado como para tenerlas en cuenta a la hora de hacer nuestra inversión. Para poder apostar por este tipo de franquicias, primero hay que tener claro que su éxito este probado en el mercado, tanto comercial, como financiero y operativo. Para ello, la marca ha de estar trabajando con un mínimo de tres establecimientos durante al menos dos años, lo que se conoce como ‘regla del 3+2’.
Las emprendedoras, las que más sufren los efectos de la pandemia
Para el consultor, Francisco José Gómez, «Esta selección de una nueva marca, en todo caso, debe estar apoyada en el cumplimiento de una premisa básica, que es la demostración del éxito de su propuesta de negocio mediante la gestión de 3 unidades productivas durante como mínimo 2 años y con resultados positivos; asimismo, debe contar con todas las herramientas que homologuen la enseña como una empresa franquiciadora -un contrato de franquicia, manuales operativos transmisibles y protección de marca-; si se cumplen estas premisas, el inversor puede estar ante una excelente oportunidad de introducirse en un mercado de mayores márgenes y menor competencia, los denominados en marketing mercados de aguas azules», explica.
Ventajas de este modelo
La creación de este tipo de firmas suele venir ligada con el descubrimiento de una nueva necesidad de la sociedad. Esto provoca que hay espacio para invertir en los grandes centros de nuestro país, donde reside más gente que pueda acceder a esta nueva oferta.
Este tipo de franquicias suelen tener una mayor flexibilidad en cuanto a la negociación de los términos económicos. Al ser firmas nuevas, estas organizaciones pueden tener incentivos en la reducción de pagos, lo que facilita el acceso a los primeros franquiciados. Ser de los primeros también puede ofrecer más influencia en la dirección de la empresa ya que, al haber menos implicados en la compañía, puede haber más tiempo para escuchar propuestas desde la red interna. Esta posición origina internamente un cierto aspecto de liderazgo entre los franquiciados que entren posteriormente, ya que estos tendrán una imagen de cierto prestigio dentro de la franquicia.
Desventajas de este modelo
Obviamente estos negocios, al ser novedosos, acarrean consigo una serie de desventajas que no tienen las grandes firmas franquiciadoras. Estas nuevas franquicias siempre van a tener una imagen de marca reducida, en la mayoría de casos, reducida al ámbito local. Esto se puede deber también al escaso presupuesto publicitario, ya que ambos están relacionados y dependerá también del impacto que la firma vaya generando con el tiempo.
El acceso a financiación por parte de los emprendedores para poder iniciar el negocio, es otra de las trabas que pueden surgir en estas marcas de trayectoria limitada. El menor número de unidades operativas provoca una menor comprobación de la resiliencia del modelo de negocio en el tiempo y en distintos ámbitos geográficos, por lo que la financiación de las entidades bancarias no especializadas puede tener un menor número de herramientas para facilitar el acceso más rápido a la financiación.
Descárguese la última revista de Franquicias, Pymes y emprendedores
A pesar de todo, el emprendimiento siempre va a conllevar unos riesgos implícitos. En el caso de este tipo de marcas, siempre es una mayor oportunidad de entrar a un mercado no necesariamente nuevo, sino actualizado, lo que provoca una maximización de beneficios por lo que comentamos anteriormente, la creación de una nueva necesidad.
Estamos en un momento perfecto para invertir en este tipo de empresas que, desde su nacimiento, trabajan en un modelo digital, adaptado a las necesidades y valores actuales, ya sea por el empleo de herramientas digitales o por su sostenibilidad.
«Cuando un emprendedor o inversor quiere acercarse a nuevos modelos de negocios que sean disruptivos para atender a nuevas necesidades, o anteriores de una manera novedosa, usualmente solo puede acudir a marcas novedosas que comienzan su crecimiento basándose en una manera diferente de atender a dicha demanda, por ejemplo, empleando herramientas online o bien atendiendo a nuevos gustos -como gustos por comidas novedosas como los restaurantes orientales-. No hace falta que sea un cambio radical o novedoso, puede ser un nuevo gusto o estilo de ropa; aunque lo más atractivo suele ser un nuevo servicio», concluye Francisco José Gómez.
https://www.eleconomista.es/gestion-empresarial/noticias/11425156/10/21/Las-franquicias-de-poca-trayectoria-realidad-para-nuevos-franquiciados.html