Madrid. Argentino de nacimiento, Federico Zwanck, fue en 1996 uno de los fundadores de la Asociación Española para la Defensa y el Desarrollo del Franquiciado (Aedef), la cual preside desde hace tres años. Zwanck tiene en su currículum el paso por multinacionales como Coca Cola o Unilever y también el hecho de ser multifranquiciado de enseñas dispares como Telepizza o Tony Roma’s.
¿En qué situación se encuentra la franquicia en España?
Hoy las grandes marcas ya han cubierto el territorio, lo que queda son zonas menos interesantes o pequeñas ciudades. Hace falta una nueva generación de franquiciadores que aporten cosas. Están surgiendo ideas nuevas en servicios, como la atención a mayores, Internet y las marcas financieras. Estas últimas me dan algo de miedo. Sabemos cómo son los bancos, que se les pase una oportunidad es raro.
¿Qué opina de las oportunidades de negocio?
Estoy de acuerdo con esa denominación, porque no cumplen todavía ni el mínimo que te pide el reglamento, porque en España no hay leyes para la franquicia. Cosa que nosotros pedimos a cuantas personas nos escuchan. La falta de marcas disponibles fuertes y de que entren marcas extranjeras acreditadas está dando la oportunidad a que mucha gente use la franquicia como medio de financiación y de expansión. Gente que tiene dos cafeterías ya franquicia y eso no es un franquiciador, utiliza la franquicia para financiarse.
¿Qué opina del certificado de calidad?
Por el momento, está parado en el ministerio. Es una buena idea siempre y cuando la hagan institutos independientes y haya un acuerdo sobre las pautas que hay que seguir para tenerlo. Lo tiene que hacer alguien independiente que no sea un consultor porque ellos buscan ganar dinero, lo que me parece muy lógico.
¿Y el registro?
El ministerio esta revisando el registro y otras cosas más, para lo cual han pedido opinión al sector. Nosotros hemos pedido que se registren los contratos. Existe un registro de contratos que depende del ministerio donde pueden registrarse los contratos que se utilizan en todo lo que afecta al consumidor. Ese registro es público y en él son revisados, los contratos para ver que cláusulas van contra la ley. El franquiciador es un usuario porque está pagando un canon, un royalty, podía ser considerado como un consumidor, nosotros somos consumidores de franquicias, pero el ministerio no nos considera así.
¿Ha cambiado el perfil del franquiciado?
Antes la franquicia era el maná. Hoy la gente esta más informada y parte de eso es nuestra labor. Aunque sigue habiendo problemas. Hay peudofranquiciadores que son menos serios que los que había antes, ahora se crea la categoría de oportunidades de negocio. No es malo que la gente tenga ideas, pero a un franquiciado se le debería poder exigir que revele su capital.
¿Qué tal funciona la corte de arbitraje?
No va. El arbitraje es algo bueno para los dos, elimina una pelea larga y dura con el franquiciado. Pero es el franquiciador el que tiene la llave, si no pone esa cláusula en el contrato el franquiciado no puede hacer nada. Los franquiciados abandonan en los pleitos porque los franquiciadores alargan los juicios todo lo que pueden. Aquí vienen auténticas estafas.
¿Por qué no han participado en el SIF?
Ni lo sé ni me importa, sólo sé que si el año que viene me invitan a este Salón, no voy. Puede que moleste que asesoremos en una feria, pero es nuestro trabajo. También hemos resuelto a los franquiciadores problemas que le hubieran costado una pasta en juicios. Lo que queremos es que el franquiciador no nos robe, hay muchos de ese tipo y cada vez va a haber más, todas estas oportunidades que usan la franquicia para financiarse. El franquiciado no asume riesgos, si el local está aprobado por el franquiciador y hace lo que le dice y el negocio no va bien la culpa es del franquiciador.